miércoles, 3 de noviembre de 2010

Filósofa-Abogada y Abogada-Filósofa

Cuando quería ser filósofa, es decir, estudiar la carrera de filosofía, un profesor y las circunstancias que vivía en ese momento me convencieron de que estudiara derecho. El profesor me convenció con el argumento de que si estudiaba derecho y luego podía hacer un posgrado en filosofía y así podía ser abogada y filósofa. Para no quedarme con la "tentasión" decidí estudiar un diplomado en filosofía.
Cuando termine la carrera pensé que lo mejor sería no estudiar, ya el posgrado en filosafía y estudiar algo propio del derecho, pues mi carrera, cumplió con todas las expectativas para hacerme sentir felíz.
Ahora que estudio mi maestría, mis clases de Teoría Jurídica Contemporanea y de Epistemología JurídicaN me estan haciendo filosofar.
No cabe duda, que "a veces te encuentras con el destino, en el camino que tomaste para evitarlo"
Uno es lo es. Me gusta ser filósofa y amo ser abogada. Que bueno que para ser filósofa no sea necesario estudiar filosofía y que bueno que para ser abogada (o al menos la abogada que quiero ser) si necesite ser filósofa.
Soy filósofa (amante de la sabiduría), por esencia y abogada, por decisión.
Uno sólo puede ser lo que es y lo que decide ser. Soy ambas y eso me encanta!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario